Despues de escribirme la poesía de la entrada anterior, mi buen amigo y compañero, el poeta Rafael Molina, se le ocurrió escribir sobre lo escrito, y este es el resultado:
En homenaje a las Madres,
gracias a las que, nosotros los hijos, podemos, pintar, escribir, soñar, vivir…
La Respuesta
Un aficionado poeta,
con buen humor, versificó,
que Alvaro, pincel y paleta,
de alguien que pintaba, fijó.
El tal buen hombre que pintaba,
los cañaverales del río,
no se entero que le robaba,
el otro pintor, su porfío.
Pues Alvaro, muy bien pintó,
al hombre y meandros del río,
las verdes adelfas calcó,
con su gran arte y poderío,
El cielo tan bien lo cuajó,
con nubes de grisáceo brío,
que el Segura lo abominó,
al sentirse, así, zaherío.
¿El éxito? inquiere el poeta,
dudando sea conocido,
¿del que pinta la tal libreta?
¿o de Alvaro pintor furtivo?.
Ese aficionado poeta,
ni pinta, ni tiene sentido,
se adjudique tal etiqueta,
del buen dibujo conseguido.
El que pintaba a su albedrío,
solo estaba coloreando,
a los patos que hay en el río,
y piragüistas que remando,
lo surcan cual veloz navío.
¿Alvaro?, por allí pasó,
y con tal innato sentido,
el cuadro bien abocetó,
con el arte que fue parido.
¿El éxito?, de una Madre,
sin mal pensamiento abortivo,
y de Blanca, su luz, encuadre,
su pantano y río cautivo.
En homenaje a las Madres,
gracias a las que, nosotros los hijos, podemos, pintar, escribir, soñar, vivir…
La Respuesta
Un aficionado poeta,
con buen humor, versificó,
que Alvaro, pincel y paleta,
de alguien que pintaba, fijó.
El tal buen hombre que pintaba,
los cañaverales del río,
no se entero que le robaba,
el otro pintor, su porfío.
Pues Alvaro, muy bien pintó,
al hombre y meandros del río,
las verdes adelfas calcó,
con su gran arte y poderío,
El cielo tan bien lo cuajó,
con nubes de grisáceo brío,
que el Segura lo abominó,
al sentirse, así, zaherío.
¿El éxito? inquiere el poeta,
dudando sea conocido,
¿del que pinta la tal libreta?
¿o de Alvaro pintor furtivo?.
Ese aficionado poeta,
ni pinta, ni tiene sentido,
se adjudique tal etiqueta,
del buen dibujo conseguido.
El que pintaba a su albedrío,
solo estaba coloreando,
a los patos que hay en el río,
y piragüistas que remando,
lo surcan cual veloz navío.
¿Alvaro?, por allí pasó,
y con tal innato sentido,
el cuadro bien abocetó,
con el arte que fue parido.
¿El éxito?, de una Madre,
sin mal pensamiento abortivo,
y de Blanca, su luz, encuadre,
su pantano y río cautivo.
Rafael Molina Martínez
Comentarios
ESTUPENDA POESIA.
SALUDOS CORDIALES. Montserrat
¡¡Enhorabuena!!!
Enhorabuena por inspirar todos estos versos.
Un abrazo.
Pat: No, no es un poeta el que esta en el cuadro, es otro pintor.Gracias por tus palabras, veo que te gusta mi tipo de acuarelas.
Felipe: Gracias y bienvenido
Rosa; Gracias, espero que ya estes mejor para el miercoles, efectivamente ha salido en La Verdad.
Jota Ele: Gracias, eso es que tengo muy buenos amigos que mis cuadros les inspiran.
jan :)