Despues de escribirme la poesía de la entrada anterior, mi buen amigo y compañero, el poeta Rafael Molina, se le ocurrió escribir sobre lo escrito, y este es el resultado: En homenaje a las Madres, gracias a las que, nosotros los hijos, podemos, pintar, escribir, soñar, vivir… La Respuesta Un aficionado poeta, con buen humor, versificó, que Alvaro, pincel y paleta, de alguien que pintaba, fijó. El tal buen hombre que pintaba, los cañaverales del río, no se entero que le robaba, el otro pintor, su porfío. Pues Alvaro, muy bien pintó, al hombre y meandros del río, las verdes adelfas calcó, con su gran arte y poderío, El cielo tan bien lo cuajó, con nubes de grisáceo brío, que el Segura lo abominó, al sentirse, así, zaherío. ¿El éxito? inquiere el poeta, dudando sea conocido, ¿del que pinta la tal libreta? ¿o de Alvaro pintor furtivo?. Ese aficionado poeta, ni pinta, ni tiene sentido, se adjudique tal etiqueta, del buen dibujo conseguido. El que pintaba a su...