Mis más sinceras felicitaciones Félix!!!!
| Alvaro Peña y Julen Urrutia, o viceversa, nuestros queridos artistas | |
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| D ICEN que escribir es un arte y hasta hay libros que así lo definen. No estoy muy de acuerdo con ello, no puede ser arte, ni puede ser declarado artístico, expresar lo que uno siente y darlo a conocer al que nos lea. En todo caso, pudiéramos ser más condescendientes con la poesía que supone una serie de normas, medidas, cadencias y simetrías que significan para el autor un difícil pero maravilloso ejercicio donde se combinan de manera perfecta la sensibilidad y el ingenio, que son cualidades que no han de ir unidas necesariamente, aunque sí coincidan en múltiples ocasiones. La prosa, a mi entender, no es un arte natural ya que se puede llegar a dominar y magnificar a base de prácticas y estudios. No se nace escritor, se hace. No hablo de los que brillan con luz propia en el universo de las celebridades, los llamados monstruos literarios, esos que han traspasado fronteras de tiempo y espacio con sus obras y figuran en las distintas bibliotecas y estanterías. A este extremo sólo llegan un diez por ciento, no más, de los millones que dedican su tiempo a la actividad literaria. Quizás, quiero suponer, que son seres a los que el Supremo Hacedor o la Naturaleza, para los que se empecinan en no creer en el más allá, han recibido un don especial desde el mismo instante de su nacimiento e incluso, si me apuran, desde su estancia y desarrollo en el útero materno. Según decía mi madre, “tocados por la gracia de Dios”. Son casos excepcionales en los que no influyen de manera decisiva la experiencia, sino ese esperma caprichoso, más veloz que sus compañeros de aventuras y con una gran carga genética de arte y talento, que hacen de ese embrión un futuro artista. Con permiso, por supuesto, de nuestra excelsa ministr“a” Aido, que no lo considera un ser humano hasta que no ha visto la luz del sol y ha recibido los reglamentarios golpecitos de la comadrona para que se inicie llorando en este valle de lágrimas, que es lo lógico. El artista de verdad lo demuestra desde sus primeros balbuceos, sin que nadie se lo indique, ni tenga que ver cómo lo hacen los maestros y expertos..Es algo instintivo, sobrenatural y que con asombrosa facilidad crean belleza y nos hablan, divierten, emocionan y hacen pensar, donde antes de su toque prodigioso sólo existía un lienzo o una hoja de papel en blanco o las aceras y paredes de una simple calle. Como habrán podido deducir, en este último aspecto me refiero a grafiteros y pintores de aceras algunas de cuyas obras deberían figurar en los museos, si su existencia no fuera tan vulnerable y efímera. Para mi la pintura y su hermano el dibujo, es el verdadero arte, el más sublime, el inalcanzable a los no señalados por la gracia divina o del azar. Siempre he admirado y envidiado al que posee esa genialidad de manos y de mente capaz de hacer plasmar lo bueno y hermoso de la vida, y también, por qué no, lo deleznable y horroroso del ser humano, sobre un lienzo, la bóveda y paredes de una iglesia o en cualquier superficie donde antes de su intervención no existía nada, al menos, apreciable. Esta es una de las especialidades no aptas a todos, aunque muchos se empeñen en llegar adonde les está vedado, con escuelas, profesores, tiempo y gastos inútiles, porque donde no hay semilla, no puede brotar planta alguna. Uno de mis mayores orgullos como padre, es que uno de mis hijos, José Luis, haya sido favorecido con ese don artístico inapreciable. Aunque también como padre me duele y entristece que no haya encontrado los medios o la ocasión de dar a conocer su obra que ha sido uno de mis mayores afanes y uno de los proyectos que me duele no haber podido alcanzar antes de abandonar este mundo. Sólo algunos de sus cuadros figuran en salones de familiares y amigos, e incluso en los de algunos cargos de la Comunidad de Madrid, de la que es funcionario de carrera, para distinguirlo de los numerosos que son a dedo. Excesivamente modesto, que muchas veces me exaspera, no se atreve a firmarlos y hay que insistirle para que lo haga. Ya dediqué uno de mis artículos a su habilidad y en él figuraban algunas de sus obras, que nuestro director y amigo, accedió gentilmente a reproducir en nuestras páginas. Fue una de mis mayores alegrías y el texto que con más cariño y orgullo escribí. Tengo mis pintores favoritos, como todo el mundo me figuro, entre los que ostenta la primacía el genial Velázquez y ocupan lugares destacados otros muchos españoles, holandeses, italianos y franceses. No me gusta el cubismo, ni el abstracto y por lo tanto de Picasso y Dalí, sólo admiro y comprendo las obras que no están influenciadas por aquellos estilos o maneras de enfocar el arte, que también es bastante numerosa y magnífica. Hoy, a través de estas sencillas, pero muy sinceras líneas, quiero rendir mi homenaje a dos compañeros de página, que a la chita callando, con su ingenio y con su arte, con su filosofía ante la vida y con su agudeza mental, ilustran y honran nuestras páginas de “vistazo” en una tarea tan difícil y maravillosa, como aparentemente ignorada. Y digo lo de aparentemente, porque estoy seguro que muchos de nuestros lectores, al igual que hago yo, lo primero que eligen cada jueves de todos nuestros contenidos son sus viñetas. Me refiero a Alvaro Peña y a Julen Urrutia, o viceversa, porque ambos nos muestran la realidad del país y los enredos de la política, sin ánimos de competir entre ellos, sino hermanados en el noble afán de entretener e informa al lector de la mejor manera que se puede hacer, sacándole encima una sonrisa. Soy un constante admirador del reconocido arte de estos dos artistas tan excepcionales y agudos, y conservo como uno de mis más apreciables tesoros, el dibujo original que el primero tuvo la gentileza de dedicarme y enviarme a casa, así como el tomo de sus mejores viñetas y dibujos. No son muy frecuentes este tipo de atenciones. Sus viñetas son totalmente distintas en sus estilos, pero ambas conservan la lozanía de la actualidad, el genio inconfundible de un verdadero artista y ese toque festivo, irónico, humorístico y certero con el que nos quieren ofrecer gráficamente su opinión sobre el suceso, personaje o circunstancias que ocurren en nuestro país y conturba a sus ciudadanos de a pie. ¡Benditos sean ellos que tienen el don de hacernos ver la realidad, a veces la triste realidad, haciéndonos sonreír!. Todos los que intervenimos en estas páginas, debemos un sincero y merecido homenaje a estos monstruos de la viñeta, el bocadillo, (de jamón pata negra), la sátira política y el chiste sobre el personaje más destacado de la semana que nos hacen sonreír aunque el asunto nos duela y conturbe. Yo reuniría en una exposición la muestra más destacada y seleccionada de su extensa colaboración en estas páginas y organizaría una exposición en alguna sala o lugar adecuado o en Internet, o donde fuese. Y en dicha exposición figuraría, si mis compañeros lo ven bien, unas líneas de texto de cada uno de nosotros sobre ellos y su obra. Se lo merecen con creces. La idea está lanzada y animo a nuestros lectores que se sumen a este homenaje dedicándoles sus alabanzas y opiniones para que ellos se den cuenta de la importancia que tienen para todos nosotros y lo mucho que les admiramos y nos sentimos honrados con tenerlos a nuestro alcance semana tras semana. Mi más sincera enhorabuena y mi mayor cariño a compañeros tan maravillosos. |
Comentarios
Saludos, sigue así es que últimamente estas volando muy lejos.
Saludos.