SONETO A LAS ROSAS DE ÁLVARO Estas que contempláis, tan bellas rosas, no son sino hermosuras transmutadas -por las mágicas, vivas pinceladas- en acuarelas frágiles, donosas. Escoged, como si de enamoradas novias fueran de nupcias azarosas la vuestra, y disfrutad grandes, gozosas, sus formas, que trasunto son de hadas. Álvaro las pintó, líricamente, y supo detener la cruel condena de su vivir efímero y valiente. Pues valentía es afrontar la pena de no haber sido eterna, siendo fuente de gracia tanta, y de belleza amena. Santiago Delgado Escritor y periodista 14 de Abril de 2007